miércoles, 15 de noviembre de 2017

Hoy, el tiempo no corre presuroso como cada día, en el quehacer laborioso, es descanso complaciente que se permite y se siente como un regalo divino la jornada se torna tranquila y no hay tiempos de apremio, ni salidas furtivas solo hay silencio, es que al oido agrada y que trae consigo la paz impensada.

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